lunes, 4 de noviembre de 2013

Merendola en casa



En estos días en los que el frio ya empieza a hacerse notar, en los que el brasero se empieza a encender, y en los que ves a más gente dentro de sus casas viendo cualquier peli en la televisión que andando por la calle, yo me he decidido (tras las insistencias de Rubén), a hacer unas magdalenas caseras de oreo.

La receta no es mia, asi que no la puedo facilitar, pero es de Alma Obregón, que a quien no la conozcais, os invito a que compréis su libro o la sigais en facebook, porque tiene unas recetas riquísimas y sencillas.

Que paseís un feliz día de frio y brasero en casa.

Y llegó el punto!






Al final, después de debatirlo seriamente conmigo misma, he decidido hacer punto en la clase. El motivo, que ví un cuello de ochos que me enamoró! Tuve que empezar la clase con explicaciones de como enebrar la aguja, porque después de muchos años habiéndolas dejado de lado, ya ni me acordaba. Y no es por presumir...pero soy una buena alumna, y al final conseguí hacerme mi cuello en un color verde turquesa







Y como me quedaban pocas semanas del curso, no porque este acabara, sino porque la economía se me terminó, muy a mi pesar, le pedí a la nueva profesora Mireia que me explicara como hacer un gorro compañero con mi cuello. Más apañada que nadie, me trajo el patrón y me dió las explicaciones básicas






Y tras una última clase, terminé el gorro, justo a tiempo para poder ponérmelo antes de que entré ese frio que nos corta la respiración a la gente de Granada. 

Aquellos que esteis interesado en un gorro como el mío, ya que mi padre y mi "hermanita" me han pedido uno, que me lo diga, e intentaré ponerme con ello lo antes posible

Alfombra cama

Ya que estaba envalentonada con el trapillo, fuí más allá, a algo diferente que no sea un cesto. Mi profesora me ha dicho que porque no hago algo diferente al croche, directamente, pero es que el punto lo veo más aburrido, y tardo bastante más.
En fin, que llegué a clase con un patrón de una bonita alfombra con forma de corazón, que ha quedado monísima!! Juzgad vosotros mismos:







De momento solo he hecho una, porque tengo demasiadas ideas en la cabeza y suelo dejar la continuidad de lado. La he puesto al filo de la cama, y ya no se me congelan los pies cuando me despierto perezosa por las mañanas. 

Pero no solo están graciosas en tamaño real, aquí os dejo la muestra de como quedan en una escala 1:24 que hice para la casita de muñecas de mi madre

Cesto redondo

Si bien la primera canasta no me quedó bien, por eso de ser cuadrada y tener asas, está si quedó bastante mejor.








Como siempre, el patrón lo encontré por la red, pero esta vez de una canasta redonda. Y si bien la primera vez compré el trapillo, en este caso cogí un trozo de tela elástica con los mismos colores del baño (blanco y azul), la corte en tiras sin llegar hasta final de estas, la hice un ovillo y aguja de croche del 12 en mano, empecé a darle forma. Y si, este cesto esta mejor que el anterior...

Canastilla

Como ya comenté, hay una tienda en Granada que me fascina, Home suit home. Pues bien, no hace mucho comenzaron unos cursos de diferentes materias, entre ellos uno de punto y ganchillo, al que sin pensarmelo demasiado me apunté. Como el ganchillo si lo dominaba, no perfecto, pero como para defenderme en la materia, decidí comenzar el curso con trapillo, que es ganchillo a lo grande. Encontré un patrón en una de esas tardes de búsqueda por la red, una canasta muy mona, y me fuí a clase con mi patrón bajo el brazo.

Quedó más o menos bien, el modelo del que la saqué estaba perfecta, sin embargo la mia dista mucho de estar siquiera equilibrada, un lado está más largo que otro, las asas no caen en el mismo sitio...pero aún estoy empezando con esto!


Mi nueva muñeca

¡Tatatatatachan tachan! tengo el enorme gusto de presentaros a "Palmira" mi nueva muñeca de fieltro. El patrón es como el de las demás muñecas que he hecho, salvo el pelo, que esta vez me he esmerado un poquito más y lo he hecho a tiras, simulando un corte de pelo más actual. Aquí la podeís ver dando un paseo por el jardín...


Pero sin duda, lo que más me gusta, es su vestido. Tras las clases que estoy dando de crochet y punto, me he animado a hacerselo. Os enseño solo la parte delantera porque por detrás no quedó tan bien, ya que aún estoy aprendiendo. Realmente el vestido lo ví hace tiempo en una revista, y me encantó. Era de lana, pero tenía entre medio corazones rojos. No había de mi talla cuando fuí a por él, y durante mucho tiempo pensé en hacerme uno yo misma, pero el gasto en lana era desorbitado, así que se lo he hecho a mi "mini-yo". 
¿No esta ideal?


jueves, 3 de octubre de 2013

Familia Olmedo

Os presento al señor y la señora Olmedo...


La historia de estos dos polluelos es de las más bonitas del mundo. Se conocieron siendo niños, y aunque el señor Olmedo pronto se enamoró de la señora Juárez, esta no le correspondía. Sin embargo nuestro gallo no se rindió y siempre hablaba con ella con la ilusión de que pasase algo más, pero no lo conseguía. 
Un día la señora Juárez fue a un concierto de Miguel Rios con todos sus amigos, menos el señor Olmedo, y allí, mientras cantaba la canción de "el rio", se dió cuenta de que echaba de menos a alguien, necesitaba a alguien a su lado...y ¿que les parece? ¡Echaba de menos al señor Olmedo! 
Volvió a su casa pensando en esos nuevos sentimientos encontrados, quizás esa insistencia por parte del señor Olmedo al final hubieran dado sus frutos. 
Poco a poco fue quedado con él, y se fue enamorando, aunque el señor Olmedo ya estaba prendado de ella. Y como todo cuento de hadas, se quisieron, fueron novios durante un largo tiempo y se casaron.
Crearon un pequeño nido y, al poco tiempo, nació su primer poyuelo. Era una niña regordeta de ojos marrones. La cuidaron y la mimaron, y le dieron un hermanito, un pollo muy revoltoso pero muy cariñoso. Ya eran una familia feliz, pero entonces, la señora Olmedo anunció que tendrían a un pollo más en su nido, algo que pilló por sorpresa al señor Olmedo, pero al nacer el tercer pollo, la casa se llenó de alegría. 
La familia empezó a crecer, y los señores Olmedo decidieron que sería mejor buscar un nido más grande, un nido donde entrasen todos y nadie se pelease por el espacio. Se mudaron, pero los polluelos seguían creciendo, solo que esta vez, no se mudaron toda la familia, sino que los polluelos fueron dejando el nido. 
La mayor conoció a un gallo de un lejano corral y se fue con él porque lo quería mucho, el mediano se compró un nido donde echar sus propias raices y el pequeño, bueno, el pequeño se quedó en el viejo nido, mientras el señor y la señora Olmedo se iban a su nido de la playa a disfrutar de sus largas y merecidas vacaciones. 
Así que si alguien quiere encontrarlos, es posible que tenga que ir a ese nido en la playa, donde seguro verán al señor Olmedo montando en bicicleta y a la señora Olmedo leer libros de misterio. 
Os quiero mucho.